Mi ídolo no es Messi, ni Kobe, ni si quiera Superman y ni mucho menos Raúl.
Mi ídolo no es un futbolista, seguramente lo más redondo que ha visto es una caja de zapatos. De hecho no práctica ningún deporte, eso está claro. Teniendo en cuenta esto y que la genética no le echa una mano, su físico es lamentable.
Por supuesto no tiene superpoderes, ni siquiera un traje cutre con los calzoncillos por fuera de unas mallas ajustadas.
Mi ídolo no es tampoco rico, no vive en la calle, pero no es rico. Ya sé lo que pensais: El Lauren. Es cierto que hasta aquí podría serlo, pero no, porque yo no conozco personalmente a mi ídolo, ya me gustaría, además el pobre no ve un carajo, y lleva cristales.
El tío tiene un carácter agrio, y su personalidad no atrae, claro que su aliento no ayuda a acercarse a conocerlo. No, tampoco es inteligente, lo más normal es que esté atontao con lo que hace.
Ahora bien, me apuesto a que vuestros ídolos no tienen el don que tiene el mío, ni aunque fuesen inmortales y practicasen toda la eternidad. Este es mi ídolo...

4 comentarios:
La verdad, no sé porque admiras a este pavo cuando tú eres capaz de hacerlo en menos tiempo y con alcohol etílico de 96 grados.
No exageres tío, yo lo rebajo un poco con agua
Si ir de birras contigo ya es una ruina, hacerlo con este tipo debe suponer una sustancial recesión
en la economía doméstica.
Ya estás tardando en colgar la felicitación a José -¿se llamará Jesús, el ínclito hijo?- como futuro padre y a Elena como potencial sufridora de un segundo Tanito.
O ¿acaso no talegras?
Que malaje eres, Berlusconi, solo te gusta dar caña. Malo, malote.
(¿me vas a dar la rima?)
Es cierto, el pasado sábado tuve ocasión de presenciar en directo como el despojo humano que firma las entradas de este blog consumía cantidades sde alcohol sensiblemente superiores a las mostradas en el vídeo en menor tiempo y esfuerzo.
Publicar un comentario