Ya llegan las calores (y tú tienes un truble muuu serio…), y con ello esa canción cojonera que se repite una y otra vez en tv, radio, bares…LA CANCIÓN DEL VERANO.
Un verano sin canción del ídem no es tal, para que el periodo entre el 21 de junio y el 23 de septiembre pueda ser llamado verano en España, tenemos que sufrir estas “composiciones musicales” cada año. Unas son pegadizas, otras ingeniosas, algunas graciosas y la mayoría inútiles.
Atrás quedaron canciones como “Me lo dijo Pérez”, “Borriquito” o “Una lágrima”, y aunque son de la década de los 60 y 70, casi todos nos acordamos del estribillo.
En la década de los 80, se cantó el “Salta” de Tequila, más concretamente en el 81, año en que compitió por la corona con “El baile de los pajaritos” de María Jesús y su acordeón, increíble ¿no?, parecen de siglos distintos. Para terminar esta década, The refrescos les recordaba a los madrileños que “Aquí no hay playa”.
Justo entrando la década de los 90, nos sorprendió una canción que no repetía letra y que sonaba raro: “Mi abuela” (arroz con habichuelas) de Wilfred y la Ganga. Pero fue a partir del 93 cuando pudimos comprobar lo que significa una canción del verano, cuando pasábamos en plan avituallamiento por los chiringuitos que se disponían a lo largo de la playa.
Recuerdo al Gitano suspirar por la peluca que lucía Carlos Vives cuando nos cantaba “La gota fría”, a Pepe Enrique darnos el coñazo con “La barbacoa” (aparte de las sardinas, claro), saltar como energúmenos con “El tiburón”, y hacer el jilipoyas intentando imitar la coreografía de la “Macarena” (aaaai!!) y tirar al agua a Pereles al son de “El venao”.
Un verano sin canción del ídem no es tal, para que el periodo entre el 21 de junio y el 23 de septiembre pueda ser llamado verano en España, tenemos que sufrir estas “composiciones musicales” cada año. Unas son pegadizas, otras ingeniosas, algunas graciosas y la mayoría inútiles.
Atrás quedaron canciones como “Me lo dijo Pérez”, “Borriquito” o “Una lágrima”, y aunque son de la década de los 60 y 70, casi todos nos acordamos del estribillo.
En la década de los 80, se cantó el “Salta” de Tequila, más concretamente en el 81, año en que compitió por la corona con “El baile de los pajaritos” de María Jesús y su acordeón, increíble ¿no?, parecen de siglos distintos. Para terminar esta década, The refrescos les recordaba a los madrileños que “Aquí no hay playa”.
Justo entrando la década de los 90, nos sorprendió una canción que no repetía letra y que sonaba raro: “Mi abuela” (arroz con habichuelas) de Wilfred y la Ganga. Pero fue a partir del 93 cuando pudimos comprobar lo que significa una canción del verano, cuando pasábamos en plan avituallamiento por los chiringuitos que se disponían a lo largo de la playa.
Recuerdo al Gitano suspirar por la peluca que lucía Carlos Vives cuando nos cantaba “La gota fría”, a Pepe Enrique darnos el coñazo con “La barbacoa” (aparte de las sardinas, claro), saltar como energúmenos con “El tiburón”, y hacer el jilipoyas intentando imitar la coreografía de la “Macarena” (aaaai!!) y tirar al agua a Pereles al son de “El venao”.
Las niñas flipaban con un tal Ricardo Martín que se estrujó los sesos para sacar la letra de “María”, y Jesulín hacía lo imposible por pronunciar bien “Toda”. Jarabe de Palo nos advirtió con tiempo, de problemas sociales actuales con “La flaca”, y de nuevo Ricardo Martín se dejó la última neurona en recordarnos que en el 98 tocaba mundial con “La copa de la vida”. En fin, éramos tan felices que hacíamos la conga con desconocidos con el “Follow the lider”.
Luego llegó el 2000, y aunque no se acabó el mundo, King Africa hizo que lo desearan muchos, cantándonos “La bomba”, “El camaleón”, y destrozando la canción popular más reproducida en nuestro país, “Paquito el chocolatero”. Por supuesto todos sabíamos bailar “No rompas mi corazón” de Coyote Dax con una copa en la mano. Aprendimos Spaninglish con el “Aserejé” de las Ketchup, y hasta Dinio se atrevió a cantar, o algo parecido, con “Hasiendo el amor” (toda la noche y con Marujita!!).
Luego llegó el 2000, y aunque no se acabó el mundo, King Africa hizo que lo desearan muchos, cantándonos “La bomba”, “El camaleón”, y destrozando la canción popular más reproducida en nuestro país, “Paquito el chocolatero”. Por supuesto todos sabíamos bailar “No rompas mi corazón” de Coyote Dax con una copa en la mano. Aprendimos Spaninglish con el “Aserejé” de las Ketchup, y hasta Dinio se atrevió a cantar, o algo parecido, con “Hasiendo el amor” (toda la noche y con Marujita!!).
“Papi chulo” vislumbraba el devenir de la música latina en los años venideros con un reggaeton. En el transcurso del 2001-2002 surgió el fenómeno OT, y a partir del 03 no pasa un verano en el que algún triunfito nos haga más ameno la época estival con “Corazón latino”, “Oye el boom”, “Devuélveme la vida”, del Rizitos y el Llorica, por ejemplo.
En el año con rima apareció Juanes con su “Camisa negra”, de dudosa higiene. Un año más tarde un cazurro que hacía rock rústico nos sorprendió con una declaración de intenciones “Opá, yo viazé un corrá”.
En el presente año no cabe duda de quién será el triunfador en los numerosos bares y chiringuitos que pueblan nuestra ciudad. Saturados ya en el mes de mayo, tras un merecido descanso, nos volverán a recordar que Rodolfo Chiquilicuatre nos defendió en Eurovisión con el “Chiki, chiki”, que por cierto estuvo clasificado en la media Española.
Pues bien, desde este blog no vamos a ser menos, y aportamos nuestro granito de arena a la canción del verano. Basado en los ritmos del Chiki, Chiki, que harían dislocar hasta los tobillos del padre del Vega, pero con la letra adaptada. Os presento:
En el presente año no cabe duda de quién será el triunfador en los numerosos bares y chiringuitos que pueblan nuestra ciudad. Saturados ya en el mes de mayo, tras un merecido descanso, nos volverán a recordar que Rodolfo Chiquilicuatre nos defendió en Eurovisión con el “Chiki, chiki”, que por cierto estuvo clasificado en la media Española.
Pues bien, desde este blog no vamos a ser menos, y aportamos nuestro granito de arena a la canción del verano. Basado en los ritmos del Chiki, Chiki, que harían dislocar hasta los tobillos del padre del Vega, pero con la letra adaptada. Os presento:
EL BINGODANCE
Perrea, perrea!!
El bingodance no es una tontería,
Lo bailan en el Portil y también en Puntumbría.
Dale a ese fuego que se hagan los pinchitos,
Que mientras los demás nos tomamos los mojitos,
Lo canta el Gitano,
Lo acompaña Ocioso Bob,
Lo baila la Mulata,
Y al lao er Gitano Antón.
A las palmas los Manolos,
La Mari está al piano,
Lo baila Tanito con los piños en la mano.
Y el bingodance se baila así,
1: El pinopuente!
2: El mojaíto!
3: El chuletazo!
4: Al contenedor!
Lo baila el Saco papa,
Diente ajo y Dani Ares,
En general los godos y también los insulares.
Mallango, mallango!!
Lo baila la Mamena en su silla de ruedas,
Lo flipa Dr.Muerte quemándonos con cera,
Lo baila Madonna chupándose hasta el brazo,
Y entrando viene Mar metiendo un carajazo.
Baila el bingodance y no seas más huevón,
Lo cantan Eva y Chema mientras quitan un marrón,
Arancha se menea,
Marina y Pereles lo que pueden
Antonia a la guitarra,
Y Wendolín siempre en la parra.
Lo perrea el Colchonero,
Azahara no se para,
Ahí viene la Nati que viene toa jarta,
Lo baila todo el mundo,
Los flipados y las flipadas,
Menos Elena en el suelo desmayada.
Y el bingodance se baila así,
1: El diclofenaco!
2: El evacuol!
3: El aután!
4: El resalín!
Baila bingodance,
Baila lo que pueda,
Lo bailan los maderos y las maestras en la escuela,
Chochea, chochea!!,
Lo celebran en el palco, Caracono y Esterilla,
Y tocando el cajón está el de las Patillas.
Lo canta GordoCabrón,
Enseñando to el cartón,
Y detrás del vaso lo susurra Picón,
Lo baila toa la peña pues lo manda la Jefa,
Lo publica el Putoamo con el portátil en la mano.
Que no se me ha olvidao,
También lo canta el Bollicao,
Y lo baila el de Troya,
Con su pedazo de piiiii.
Y el bingodance se baila así,
1: El botellón!
2: El colocón!
3: A bebé otra vé!
4: San sacabó!
